Para muchas mujeres resulta difícil enfrentar exitosamente sus problemas y preocupaciones, dificultad que puede intensificarse ante la presencia de un cáncer. Disponer de ayuda les será fundamental para sobrellevar el proceso y el golpe anímico que representa esta enfermedad. El integrarse a un grupo de apoyo será muy beneficioso.
Al incorporarse a un grupo de mujeres que han vivido o están viviendo una situación similar, la mujer recibirá consejos, sugerencias y apoyo emocional. Conocer a otras mujeres que han superado con éxito la enfermedad, y que ahora están sanas, les servirá de excelente ejemplo y motivación para luchar.
El grupo adquiere así calidad terapéutica. Para algunas mujeres esto no bastará. En algunos casos, se hace indispensable la ayuda de acompañamiento emocional individual y familiar.
Las reuniones con el Grupo de Apoyo sirven para:
• Establecer nuevos contactos con otras personas.
• Recuperar la confianza en sí misma.
• Participar de nuevas actividades: paseos, espacios de reflexión, bordado, risoterapia, entre otros.
• Superar mejor las crisis personales.
• Intercambiar sus experiencias con otras mujeres. Esto ayudará, muchas veces, a solucionar los propios conflictos y problemas.
• Compartir y aprender formas de confrontar y sobrellevar los síntomas, por ejemplo, que se experimenten.
• El testimonio de otras mujeres que han padecido la enfermedad puede servir para la propia tranquilidad, cuando se siente angustia o miedo.
En todo proceso de curación intervienen, además del tratamiento médico, otra serie de fuerzas, probablemente derivadas de la predisposición del paciente por superar su situación, que ejercen una gran influencia en el resultado del tratamiento y en la superación de la enfermedad.
La predisposición a asumir la enfermedad y a convivir con ella contribuye enormemente a que cada vez sean más las mujeres que consiguen sanar por completo.
Una actitud positiva frente a la enfermedad no solo potencia las posibilidades de curación, sino que también reduce de manera considerable las molestias y trastornos. Se consigue, además, una mejor calidad de vida, y una posible disminución en las recaídas.
Esto no significa que deban reprimirse las emociones; todo lo contrario. Asumir la enfermedad significa enfrentarla y sobrellevarla de la mejor manera posible. Entonces, si se tiene deseos de llorar, o si se siente enojo, hay que llorar, hay que desahogar ese enojo.
Los grupos de autoayuda resultan aquí muy beneficiosos, pues le dan a la mujer la oportunidad de poder compartir y hablar con otras personas, de lo que siente y piensa durante este período tan difícil de su vida.
Horario
La Fundación cuenta con un grupo de apoyo, llamado Alegría de Vivir, que se reúne los miércoles por la mañana, de 9:00 a.m. a 11:30 a.m.